La falta de vivienda en España es un debate histórico y que no se acaba de resolver. Si hay falta de vivienda habrá que rehabilitar. El sector de la construcción tiene ante sí todo un reto: devolver al mercado cerca de tres millones de edificios que no son habitables y al que hay que sumar la obligación de rehabilitar energéticamente un parque de viviendas envejecido y responsable del 14% de las emisiones de CO₂, para adaptarlo a las normativas europeas antes de 2050.
Según el INE, en España hay cerca de 19 millones de viviendas, de las cuales 3,5 millones están vacías según el censo estatal publicado en 2013 (el último sobre vivienda). De estas casas vacías, la mayoría de ellas, entre un 70% y 80%, precisan de rehabilitación integral. Estamos hablando de entre 2,5 y 2,8 millones de casas que están fuera del mercado de alquiler o de compra porque su estado no lo permite, son inhabitables u obsoletas. Mientras tanto, se estima que el déficit de viviendas se sitúa en 1,4 millones, según se desprende del último informe inmobiliario elaborado por DWS, la rama inmobiliaria del banco alemán Deutsche Bank.
Rehabilitar 3 millones de viviendas con las técnicas más disruptivas
Si bien la rehabilitación en España ha ido aumentando en los últimos años, el gran reto, ahora, es lograr que estos casi tres millones de viviendas fuera del mercado sean habitables. Durante el congreso internacional European Building Summit Barcelona (EBS), que tendrá lugar en el marco de Construmat, los días 24 y 25 de mayo en la Fira Gran Vía de Barcelona, se debatirá sobre cómo impulsar esta rehabilitación con expertos nacionales e internacionales que aportarán soluciones, casos prácticos, herramientas y plataformas innovadoras que permiten la digitalización y el trabajo colaborativo en la construcción y en la rehabilitación.
El reto de ser climáticamente neutro
Debido a los dos grandes booms de construcción que ha vivido nuestro país, sin normativa alguna sobre cómo evitar las fugas de energía en las viviendas, tenemos pendiente otro tipo de rehabilitación, la energética, y ésta afecta a un gran volumen de residencias que están habitadas. En España, 20 millones de viviendas no cumplen las condiciones de eficiencia energética, según la Asociación para la Renovación Eficiente y Social Urbana con Rehabilitación a Gran Escala (RESURGE). Así, el mal aislamiento y la poca eficiencia energética de las viviendas es responsable del 14% de las emisiones de CO2. Para acelerar esta renovación y lograr que nuestras casas reduzcan su consumo energético, tanto el gobierno español como el de la Unión Europea han impulsado sendas normativas que obligarán a todos los propietarios del parque residencial y comercial a rehabilitar los edificios energéticamente.
Así, el Parlamento Europeo ha establecido que en 2050 los edificios que se construyan a partir de 2028 sean climáticamente neutros y con cero emisiones al medio ambiente. Esta normativa establece una clasificación energética para los edificios —como las de los electrodomésticos— y obligará a todos los propietarios a adaptarse a la normativa en muy pocos años.
España, por su parte, ha elaborado su propia normativa para cumplir con los objetivos de la europea. Se trata de la Implementación de la Estrategia a largo plazo para la Rehabilitación Energética en el Sector de la Edificación en España (ERESEE). A esta normativa le acompaña un plan de acción que afecta a todo el parque de edificaciones, sean de propiedad pública o privada, residencial o comercial, con el objetivo de implicar a todas las administraciones y lograr la alta eficiencia energética y la descarbonización total.
En resumen, no hay tiempo que perder: para llegar a 2050 con los deberes hechos, hay que pasar de las 30.000 rehabilitaciones anuales a 400.000. Todo un reto de futuro y de negocio que el sector debe afrontar de forma inminente.